Capitulo 11 -¿Su Prometida?-

Era tan maravilloso despedir a Bill siempre con un beso. Esos besos que sabían a gloria y que me hacían sentir tan bien. Increíblemente me había enamorado de un alma que estaba entre la vida y la muerte. Sin pensar que cualquiera me creería loca si lo contara.

Después de que Bill y Samantha salieron de mi habitación, me di un baño y me vestí haciendo caso a lo ultimo que me había dicho Samantha. Me coloqué algo cómodo, y dejé mi cabello mojado que caía en cascadas sobre mi espalda.

Últimamente me sentía muy bien conmigo misma. Mi autoestima no era muy buena que digamos hasta que llego Bill a mi vida. Ahora me sentía más segura de mi belleza tanto interior como exterior.

Cuando terminé, bajé a la sala de estar y nos fuimos los tres a donde sería mi primer entrenamiento como Líder de Los Arcángeles.

Estuvimos toda la tarde entrenando. Bill solo me miraba con esos ojos avellana que tanto me gustaban y de vez en cuando me sonreía. A veces eso me desconcentraba un poco así que Samantha lo mandó a desaparecer mientras entrenábamos.

En realidad ser Arcángel era difícil. Me costaba mucho concentrarme sin pensar en nada más que en lo que quería hacer. Samantha dijo que me iría acostumbrando y luego sería más fácil.

Me gustaba mucho su forma de tratar a las personas.



-Recuerda que debes poner tu mente en blanco y no pensar en nada ¿vale? –dijo mientras recogía algunas cosas que traía con ella-
-Está bien, no te preocupes. ¿Te puedo llamar Sam?
-Claro que si -sonrió- llámame como desees –dijo tendiendo su mano para ayudarme a levantar del suelo-
-¿Y Bill? Quiero verlo ya –dije haciendo un puchero como niña pequeña, fue gracioso al darme cuenta-
-rio- ¿Están muy enamorados, verdad?
-Pues, desde que lo conocí sentía que había algo en el que era hermoso y luego cuando pude tocarlo me di cuenta que lo amaba. ¿Sabes? Bill se ha convertido en una de las personas más importantes de mi vida y no quisiera perderlo, por eso he decidido ayudarlo y vencer a quien tenga que vencer para salvar su alma. -mis ojos brillaban al decir todo esto, podía sentirlo, y Sam me miraba con una sonrisa en su rostro-
-Se nota que el también te ama, (tu nombre). Así que ¡Bill, aparece ya!
-No te equivocas en nada, Sam -dijo Bill apareciendo. Cada vez que lo veía estaba más hermoso- Yo la amo y se lo he dicho -se acercó a mi y me dio un pequeño beso en la mejilla.
-Se ven tan lindos juntos, de verdad. Me alegro mucho por los dos…



Estaba oscureciendo. Bill y yo nos despedimos de Sam, ya que ella volvía al cielo en la tarde para seguir con su labor allá.

Nos fuimos a casa y cuando llegamos mamá ya estaba ahí.



-¿Donde estabas, princesa? -dijo mamá al verme entrar en casa-
-En casa de Jane, mamá -mentí-
- Me alegra que tengas una amiga. Por cierto, hoy llegué temprano y en la tarde vino un chico -mamá alzó una ceja y sonrió al decir esto-
-¿Un chico? -pregunté asombrada. Yo no esperaba la visita de ningún chico-
-Sí, dijo que era un amigo. Se llama Tom. Y mi pregunta es… ¿un amigo o un pretendiente?
-¡Mamá! Nada de eso, él es un amigo que me está ayudando en algo de la universidad. ¡Sí! para entrar en la universidad -no podía evitar mirar a Bill mientras este se ahogaba en su propia risa. Mi madre diciendo que mi “cuñado” era mi pretendiente. Si pudiera decirle todo sin que me llevara a un psicólogo luego.
-Está bien, hija. Me alegra que un muchacho tan guapo te esté ayudando en eso –rio otra vez y me dio un beso en la frente- buenas noches…
-Buenas noches, mamá -sonreí-


Pronto estuve en mi habitación me abalancé sobre mis almohadas. Bill miraba cada movimiento que hacía, lo podía sentir. Se acercó a mí mientras me tomada el rostro con sus manos y me miraba directo a los ojos, se sentó a un lado en la cama y me acercó más a él para luego besarme apasionadamente. El ambiente estaba subiendo un poco de tono hasta que mi celular sonó. Era Jane.


-¿Hola?
-¡Hola (tu nombre)! ¡Prende la tv y busca el canal 234! ¡Alguien está hablando sobre Bill! –dijo ella agitada.
-Espera…


Rápidamente busqué el canal que me había indicado Jane y en efecto, allí estaba Georg junto a una chica rubia. Hablaban sobre la muerte de el mejor amigo del reconocido futbolista Georg Listing que había sido el jugador del partido en la tarde al anotar 3 goles y haber ayudado a la selección Alemana a clasificar en las eliminatorias del mundial para el 2010. Lo entrevistaron y había salido en tema la muerte de su amigo. Siguieron haciéndole preguntas y luego pasaron a conversar con la chica.


-Y usted, siendo la novia de el joven Bill Kaulitz antes de su muerte, díganos ¿fue realmente difícil superar su perdida?
-No pueden imaginar como lo quería, él siempre fue una persona alegre, me había pedido matrimonio, y el día que murió no sabia como tomármelo. Cualquiera, en ese momento, podría creer que era una mentira, que no había muerto pero en realidad fue lo que paso y no podemos revertir el tiempo.
-Bueno, esperamos que esté descansando en paz. Georg, ¿cada uno de tus goles se los dedicaste a él?
-Completamente. A mi familia y a él.
-Y bueno vamos a una pausa. Al regresar más noticias sobre como se preparará la selección para su próximo partido y tendremos en exclusiva a Mesut Özil, Sami Kedhira, Thomas Müller, Phillip Lham y el portero Nüer que nos hablaran de algunos inconvenientes graciosos que han tenido en el campo de juego.



Miré a Bill y me di cuenta que estaba más pálido de lo normal. Una lágrima bajó por mi mejilla. Tomé mi almohada y me fui a la habitación de mi madre sin decir nada.

Podía entender que él no había prometido nada conmigo pero ¿qué habían significado esos besos? ¿Qué había significado que el también me sintiera cuando lo toqué? ¿Qué sabía yo si había olvidado a esa novia que dejó, no porque no quisiera, sino porque había muerto? ¡¿Por qué no me lo había dicho antes?! ¡¿Acaso no quería que yo lo supiera para poder jugar bien conmigo?! Enamorarme solo para salvar su alma…

No había otra explicación. Solo quiso enamorarme para que yo salvara su alma y luego irse.

No estaba molesta, mas bien estaba dolida. Muy dolida y triste, pero no quería llorar.

Sin darme cuenta me quedé dormida.

A mi nariz llegó el olor de un delicioso desayuno. Bajé a la cocina y me encontré a mi madre cocinando. Se había levantado temprano y al parecer no había ido a trabajar.

Hacía mucho tiempo que no despertaba con mi madre en casa y me alegraba mucho porque no me sentía tan sola como antes.



-Buenos días, mamá –dije mientras la abrazaba y miraba lo que había en la estufa-
-Buenos días –respondió mamá – Me di cuenta que llegaste muy tarde a mi recamara.
-Sí, no podía dormir bien –mentí. En ese momento recordé todo lo que sucedió la noche anterior.



Sabía que Bill me iba a explicar por que no me había dicho que tenía una prometida.

Todo fue tan de repente. Jane llamándome y luego esa mujer hablando sobre lo que habían sido Bill y ella.

Sí, Georg es de los mejores futbolistas de la selección Alemana. Por eso, cuando fui a casa de Tom, le había dicho que no era ninguna fan o algo por el estilo. Era de esperarse que le preguntaran ese tipo de cosas sobre su vida personal pero que hablaran con la viuda prometida de Bill Kaulitz, eso ya era mucho.

Me fui a la sala a ver tv mientras mamá preparaba el desayuno. No tenía intensión de hablar con Bill, no por ahora.




-¡(tu nombre), el chico que te dije ayer está en el teléfono! –escuché a mamá decir desde la cocina y rápidamente descolgué el teléfono de la sala-
 
 
-¡Tom!
-Hola, (tu nombre). Fui ayer a tu casa pero no estabas –dijo él al otro lado de la línea-
-Sí, mamá me dijo. Lo siento, tuve que salir con Bill y alguien que apareció de repente. Luego te explico bien.
-Bueno. Llamaba para decirte que necesito verte. Georg se ha enterado y quiere hablar contigo.



¡Vaya! Eso me tomó por sorpresa…


 
-Sí, de Georg quiero hablarte también y de otra persona…
-Perfecto, entonces ¿vienes a mi casa en una hora?
-Vale, ahí estaré –finalicé la llamada y di un largo suspiro cerrando los ojos-


-¿Ese muchacho te tiene suspirando así? –dijo mamá de forma burlona saliendo de la cocina mientras se secaba las manos-
-No, mamá. Solo es… bueno después te cuento. Iré a bañarme.


Dudé y mucho, pero era necesario subir a mi habitación a buscar ropa limpia. Planeaba bañarme y vestirme en la de mis padres.

Cuando entré no había nadie y tampoco sentía a nadie así que con tranquilidad busqué todo lo que necesitaba y salí.

Pasada la hora me dispuse a ir a casa de Tom. Cuando llegué un chico de estatura no muy alta, cabello rubio y corto me abrió la puerta y dijo que era Gustav. Los chicos me estaban esperando en la parte de atrás de la casa.

Me senté al lado de Tom. En frente estaban Georg y Gustav que llegó detrás de mi.



-Bien, ella es (tu nombre) –le dijo a Georg específicamente. A Gustav ya me había presentado.
-Mucho gusto, mi nombre ya lo debes saber por lo del otro día –rio y me extendió su mano. Igual estreché mi mano con la de él.
-Sí, lo siento. Ese día estaba un poco agitada de tanto correr. –sonreí-
-(tu nombre), como te he dicho hace un rato, Georg se ha enterado de lo de Bill y por lo tanto Gustav también. Es obvio –todos reímos- Lo que quiero decir es que si no les explicamos rápido lo que está pasando, no me dejaran la vida en paz por mucho tiempo.
-reí- Vale chicos, los entiendo.
-¿Dónde está Bill? –preguntó Tom-
-No lo se… -mi rostro cambio totalmente. Quería parecer fría pero en realidad me sentía triste-
-¿Cómo que no sabes? Explícate
-Ayer… ayer vi esa entrevista que te hicieron, Georg. No discutimos pero me fui a dormir con mi madre y… bueno ya se pueden imaginar.









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Aquí está el tan esperado capitulo 11 :3 espero que les guste y que comenten que tal les ha parecido el regreso de esta fic :D Siento haberlas hecho esperar tanto y esperen el proximo porque no se imaginan lo que viene. las quiero.