"Tan solo fue un amor fantasma que apareció a la distancia buscando su alma gemela y un corazón que pudiera amar como se ama en un paraíso de amor.
Un amor que apareció de la nada y poco a poco se desvanece en mi"













viernes, 23 de diciembre de 2011

Capitulo 9 -¿Dónde está Bill?- (Primera Parte)

Después de haber tenido esa, tan reveladora, conversación con Bill; le dije que iría a dormir a la habitación de mi madre. Últimamente nos veíamos poco, ella trabajaba y yo casi siempre estaba fuera de casa, investigando sobre como podía regresar a Bill a la vida.
Salí de mi habitación y caminé por el oscuro pasillo, apenas se ponían notar unos cuantos reflejos de la luna entrar por entre las cortinas. Entré a la habitación de mi madre y la vi dormir. Me acerqué y me recosté a su lado.

-Mami… - La llamé y ella pareció abrir un poco sus ojos-
-Dime, princesa- Musitó entre dientes con voz adormilada-
-Me quedaré hoy contigo ¿si?
-Claro que si- Sonrió. Mi mamá era tan tierna y casi nunca me regañaba por nada. Claro, que yo no le daba motivos.

Me recostó sobre su hombro y me acarició el cabello mientras hablábamos sobre como sería la llegada del bebe, de mi hermanito o hermanita.
Después de un largo rato, las dos nos quedamos profundamente dormidas…

A la mañana siguiente, desperté y mamá ya no estaba a mi lado. Se habría ido a trabajar tan temprano como todos los días.
Me levanté y me dirigí rápidamente a mi habitación. Al entrar pude ver algo que no me esperaba para nada. Allí había una nota, sobre mi cama, que decía:
“Que bonito es estar tan unidos como lo están ustedes ¿no? Pero no les va a durar mucho. Tu queridísimo Bill muy pronto morirá y me refiero a su alma. Hoy al despertar no lo encontraste aquí ¿verdad? Pues comienza a buscarlo porque de verdad necesita tu ayuda, niñita. ¡Vamos! No comiences a llorar por que te queda poco tiempo”
Con amor: Jordan Putlotski.

No, ¡no podía ser! Como había sido posible que se lo llevaran… No podía ser cierto, tenía que ser uno de esos sueños que parecían tan reales. Pero… por más que quisiera, no podía despertar y comencé a asustarme de verdad. Era cierto que se lo habían llevado y… ¿Cómo podía encontrarlo? ¿¡Cómo!?
Busqué en mi armario y me puse lo primero que encontré. Salí corriendo escaleras abajo hasta que salí de la casa. No sabía a donde ir hasta que una idea llegó a mi cabeza y corrí con más fuerza por toda la ciudad.
A donde me dirigía, quedaba un poco lejos. Más bien no sabía muy bien a donde iba pero con preguntar un poco, estaba segura que llegaría a tiempo.

-Dobla a cinco cuadras a la derecha, la sexta casa a la izquierda – Memoricé eso como si estuviera estudiando para un examen de física. Un señor había sido tan amable de darme la dirección después de tanto preguntar sin recibir respuesta alguna. Parecía como si nadie quisiera ayudarme.
-Muchas… muchas gracias. – Le respondí al amable señor con la respiración agitada de tanto correr. Y luego de esto lo seguí haciendo sin parar hasta que por fin llegué.


-Buenos días, ¿que se le ofrece? –dijo un chico algo, con cabello castaño, largo hasta los hombros.
-¡Georg! –Grité tratando de componerme al haber corrido tanto. El chico pareció haberse asustado. –No te preocupes… no… no soy ninguna… fan… Necesito hablar con… ¡Tom! –Lo vi asomarse en la escalera- Tom por favor, necesito hablarte de Bill… Por favor

Georg se sorprendió aun más cuando mencioné a Bill pero no dijo más y se adentró a la casa nuevamente y en lugar de éste apareció Tom.

-Por favor, Tom –Y comencé a llorar después de no haberlo hecho launa hora que llevaba corriendo como desquiciada.
-Cálmate, no podrás contarme si no te calmas ¿si? –Su voz sonaba preocupada pero aún más tranquila que la última vez que nos vimos.
-Tom, tu hermano… no está… ¡Se lo han llevado!-
-Espera, mi hermano esta muerto…-
-No, Tom. Su alma está viva y aún podemos rescatarlo-

Tom me invitó a pasar y nos sentamos en la sala. Al parecer no había nadie cerca así que me dispuse a contarle todo lo que había pasado desde el principio, desde que Bill murió en aquel accidente y luego apareció en mi habitación, cuando me dijo que yo era la elegida para ser la líder de los Arcángeles hasta que descubrí la nota en mi habitación. Claro que omití la parte en que él me sintió y viceversa y lo que significaba.
Él solo asentía pero en su mirada pude ver que se sentía muy preocupado y yo por mi parte sentí un gran alivio al notar que no me iba a tomar por loca.
Después de unos minutos hice silencio, él bajó la cabeza como pensando en lo que iba a decir y luego me miró a los ojos.

-Ya entiendo… entiendo lo que sucedió la noche en aquel callejón oscuro ¿lo recuerdas?- asentí- Yo lo vi, pensé que era una locura, que estaba mal y por eso me imaginaba cosas pero ahora veo que no era una imaginación…
-Tom, tenemos que salvarlo… -dije entre sollozos- Él nos necesita. Quien sabe donde lo tendrá Jordan y….

No pude contenerme y más lágrimas recorrieron mis mejillas. De repente sentí a Tom acercarse y me dio un gran abrazo que me hizo sentirme segura, así como los que me daba Bill pero claro que no podía compararse por que no era él el que estaba ahí.
De pronto, me tomó de la mano y me dirigió a su auto que estaba aparcado afuera de la casa. Subimos y sin decir nada, arrancó y comenzó a conducir. No tenía la menor idea de adonde iba pero no quise preguntar nada. Me recosté en el puesto del auto y me quedé dormida. Y soñé, sí, soñé. ¿Una pista quizás?

-¿Dónde estoy?... –dije sin obtener respuesta alguna- ¿¡Donde estoy!?- Grité nuevamente pero no recibí respuesta.

Comencé a caminar por un enorme pasillo, no había puertas ni nada que se le pareciera. Solo al final podía verse una luz. Intenté acercarme pero cuanto más me acercaba, más lejana se hacía esa luz hasta que comencé a correr intentando alcanzarla pero caí por un enorme agujero que había en el piso. Pude notar que había caído en una especie de calabozo donde tenían a muchas personas. Una de ella me señaló una puerta, era de doble metal y tenía muchos tornillos a alrededor. Caminé hasta allí y la abrí.
Al abrirla me encontré con Bill que estaba amarrado de pies y manos con unas cadenas y estaba siendo golpeado por un salvaje hombre. Éste al verme se dirigió con una enorme furia a mí e intentó golpearme también.

-¡Busca la llave en tu bolso! ¡Te dará una pista! –Escuché gritar a Bill desde lejos y en ese momento desperté…


-¡Bill! – grité y noté que aún seguíamos en la carretera.
-Hey, tranquila. ¿Qué pasa?
-Tom, llévame a mi casa. Tuve un sueño y creo que la pista está dentro de mi bolso.

Regresamos y le indiqué donde quedaba mi casa. Al bajar casi caigo por la prisa que llevaba, no podía aguantar más y necesitaba encontrar a Bill de una vez.
Subí a mi habitación, Tom me siguió y me ayudó a buscar en todos mis bolsos hasta que por fin la encontramos. Allí, junto a la llave, había una nota.

“Pequeña, esta llave te la dejo aquí para alguna emergencia. ¿Sabes? Se me hizo difícil conseguirla. La robé cuando fui al castillo de Lucifer hace unas semanas. Siento no habértelo dicho pero no quería preocuparte. Pude averiguar que él me quiere como presa para acercarse más a ti, no dejes que eso pase. Busca a Tom y explícale todo. Por favor ten mucho cuidado y no dejes que te lastime. La llave es la que abre las puertas de todas las celdas del castillo de Lucifer. Utilízala muy bien y recuerda en alguno de tus sueños puede que encuentres una pista para saber donde está el castillo. Te quiero.
Bill”

Ahí estaba la respuesta a todas mis dudas de donde comenzar a buscar. Mis sueños podían ser la clave de todo, solo faltaba… descifrarlos.
Traté de recordar muy bien cada uno de los detalles de mis sueños. Tom me miraba de vez en cuando tratando de preguntar, qué esperábamos pero por una u otra razón no lo hacía. Creo que quería darme espacio y sabía que estaba pensando en algo.
Transcurrían los minutos, mi cabeza seguía dando vueltas y vueltas hasta que ¡Lotería!...
Hace unos días había soñado algo que no le tomé importancia por que creí que era un sueño común y corriente. Por tal razón no le conté a Bill pero, ahora, ahí estaba la respuesta que tanto buscaba.

-¡Tom!, ya sé donde buscar a Bill…

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