Mientras más avanzábamos, más perdida me encontraba. Habíamos ido a las afueras de Leipzig. Allí había un bosque que no era muy transcurrido pero curiosamente, ese bosque me traía recuerdos de mi sueño. Los arboles, los caminos y hasta algunos animales. Era como si estuviera reviviendo aquel sueño. Hasta esa tan peculiar casa, abandonada y llena de telarañas por fuera. Todo era igual.
Tom me seguía sin preguntar nada y yo… yo tenía miedo por lo que pudiera pasar en cualquier momento.
-(Tu nombre), Así te llamas ¿verdad? – rompió el silencio mientras caminábamos hacia la casa abandonada.
-Si… - solo pude articular un simple “si”. Estaba tan concentrada en lo que hacía, que no le prestaba mucha atención a ese chico que se parecía tanto a Bill. Necesitaba encontrarlo. No podía imaginar que le estuvieran haciendo daño como en mi sueño de hacía unas horas.
-Bien, ¿estás segura de por donde vas?
-Claro, ¿no te he dicho de mis sueños?
-No has dicho una sola palabra desde que entramos a este bosque…
-Oh, lo siento. Creo que te contaré luego. Ahora, vamos a entrar ¿si?
Le tomé la mano para que me siguiera y entramos.
Aquel lugar era tenebroso pero tenía que reunir todas mis fuerzas para poder, así, encontrar a Bill. Lo extrañaba mucho, me hacía falta y eso no lo podía negar. Desde que me había confesado que me sentía, todo había cambiado pero para bien.
Me armé de valor y nos acercamos a una puerta, era como la de mi sueño; de doble metal con varios tornillos. Introduje mi mano en el pantalón y saqué la llave. La probé y ¡walá!, era la llave correcta. Sonreí al abrir la puerta, estaba a un paso más de encontrar a Bill pero no podía bajar la guardia, aún faltaba mucho por recorrer.
Avanzamos juntos hasta que llegamos a una enorme escalera. La madera que la sostenía, comenzó a crujir a medida que subíamos y luego de eso divisamos otra puerta. A diferencia de la otra, ésta estaba muy caliente, como si hubiera fuego del otro lado así que optamos por buscar otra entrada.
Cruzamos un largo pasillo que nos llevó a un camino donde había varios cráneos humanos. Era realmente espeluznante ver todo eso. Ahora que recordaba, eso indicaba que estaba cerca de rehenes y probablemente, cerca de Bill. Seguimos caminando hasta que llegamos a gigantescas jaulas, eran como de esas que hay en los circos y zoológicos para mantener a los animales salvajes pero, aquí, en lugar de animales, había una gran cantidad de personas privadas de libertad.
Por mi cuerpo pasó una enorme corriente fría al percatarme de que todos nos miraban, aún así, nadie pudo darme una pista de adonde tenía que ir.
Seguimos y entramos en una puerta. Ésta estaba sin seguro y pudimos entrar sin problemas. Al entrar nos dimos cuenta que la habitación estaba completamente vacía, o eso pensábamos.
-(Tu nombre), yo no veo a nadie- dijo Tom mientras recorría la habitación de un lado a otro- ¿Podrías por lo menos decirme donde estamos? Este lugar me da escalofríos, enserio.
-Es el castillo de Lucifer- traté de sonar lo más pacifica que pude. No era fácil para alguien saber que estaba en semejante lugar pero tenía que hacerlo, era el alma de Bill lo que había que salvar.
-¿¡Qué!? ¡No me jodas, (tu nombre)! ¿¡Cómo mierda llegué aquí!? – gritó alterado mientras yo lo miraba con cara de decepción y un poco de rabia.
-¡Mierda, Tom! ¿¡Quieres salvar a tu hermano o no!? – le repliqué mientras me acercaba a él.
-Si, pero ¡demonios! Mejor sigamos…
De repente escuche un grito ronco. Cuando me di la vuelta, un horrible demonio había agarrado a Tom de las rastas. Eso sí que era un autentico demonio. Sus patas tenían largas uñas y dos cabezas. Era rojo y votaba una especie de humo por la nariz. En mis viejos tiempos yo pensaría que eso no existe en lo absoluto pero ahora, ahora estaba segura que no era un sueño.
-¡Tom!- grité pero el demonio se dio cuenta de mi presencia e intentó perseguirme. En ese instante en lo único que logré pensar fue en mi madre, el bebé que venía en camino y en Bill.
-¡(Tu nombre)! No te preocupes por mí, ¡Corre! ¡Bill te necesita! ¡Yo veré como me salvo! ¡Por… por favor! – fue lo ultimo que le oí decir.
Abrí la puerta y corrí como nunca lo había hecho en mi vida. Algo me decía que estaba muy cerca de salvar a Bill. Al término de pasillo pude observar una enorme puerta brillante, la más reluciente que había visto desde que había entrado en esa maldita casa. Me dirigí a ella y utilicé la llave.
Cuando entré allí estaba él. Era Jordan y me miró con tal desprecio que me dieron ganas de huir pero no lo hice por que al fondo de la habitación estaba Bill.
-Te estaba esperando, (tu nombre)…
_______________________________________________________________________________________________Bueno, aquí termina el especial :) espero que les haya gustado y ¿saben? he estado pensando en hacer un concurso de fanfics pero necesito más seguidoras. Por favor si no seria mucha molestia me podrían recomendar ¿si? porfavor :3
Un beso y comenten para que sigan alimentando mis ideas :) ahora es que viene lo bueno haha xD
Las quiero♥.♥
o_o me encanto!! por favor sigue me muero si la cortas :$
ResponderEliminarque miedo eso de entrar al castillo de lucifer
cuidate mucho y no te tardes >.<
bye...
siguela por favor, es buenisima (:
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